Las expendedoras de productos de parafarmacia embarcan en Atocha
Si todavía hay quien no ha visto en su vida una expendedora de productos de parafarmacia, pronto dejará de ser ajeno a este servicio que se abre paso no solo al amparo de las farmacias, sino de manera independiente con identidad propia.
Olevending acaba de instalar una de sus expendedoras Olefarma en la estación de Atocha, en Madrid, un lugar de gran tránsito que va a permitir ampliar los horizontes promocionales de este tipo de negocio y que seguro va a recolectar buenos frutos de los más de cinco millones de pasajeros que al año pasan por estas instalaciones.
Dar un servicio las 24 horas del día, facilitar el acceso a determinados productos en las horas menos habituales del día y, en definitiva, hacer más cómoda la compra a sus clientes. Estos son los objetivos básicos de este tipo de máquinas que cubren una oferta muy variada y de gran demanda, sobre todo, en localizaciones como esta donde es fácil que algún viajero olvide su cepillo de dientes, necesite unos pañales o una determinada crema.
La experiencia atesorada en casi el centenar de farmacias equipadas con expendedoras de estas características es garantía de éxito y aunque en este caso no lleva el reclamo de la tienda física detrás, ocupa un espacio privilegiado, en un entorno con gran visibilidad.
El vending sectorial y alternativo sigue conquistando localizaciones y aportando un servicio totalmente distinto al que se puede encontrar en una tienda, a veces complementándolo y a veces mejorando la rapidez y la idoneidad de los locales comerciales.
El sector de la parafarmacia es un gran ejemplo y en Olevending lo han reforzado con equipos muy completos, de grandes dimensiones, que son capaces de albergar desde una caja de preservativos a un paquete de pañales o una crema solar.
Olevending integra sus expendedoras en el mobiliario urbano.
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